En su reciente publicación para Harvard Business Review, el economista y académico Zeynep Ton plantea una reflexión clave para las sociedades modernas: si se busca reconstruir una clase media sólida y resiliente, el foco debe ponerse en crear empleos de servicio que sean simultáneamente productivos y dignos.

Históricamente, las economías desarrolladas basaron su estabilidad en industrias manufactureras que ofrecían buenos salarios, capacitación y pertenencia. Sin embargo, la automatización, la externalización y el cambio hacia economías basadas en servicios han erosionado ese modelo. Hoy, los trabajos en sectores como el comercio minorista, la salud, la hotelería o la alimentación —que representan más del 70% del empleo en muchos países— suelen estar mal remunerados, sobrecargados y con escaso desarrollo profesional.

Ton sostiene que el problema no está en la naturaleza del trabajo en servicios, sino en cómo se diseña y gestiona. Muchas empresas han optado por modelos que maximizan la eficiencia a corto plazo —reduciendo costos laborales, horarios o personal— a costa del compromiso y la calidad. El resultado es una paradoja: baja productividad, alta rotación y clientes insatisfechos.

La propuesta es un nuevo pacto de trabajo digno y productivo, sustentado en cuatro pilares:

Propósito y diseño inteligente del trabajo: optimizar procesos para que las personas puedan aportar valor real, eliminando ineficiencias que los desmotivan.

Inversión en capacidades humanas: formación, liderazgo cercano y oportunidades de desarrollo que eleven la productividad individual y colectiva.

Estructuras de apoyo y confianza: managers capacitados para servir a sus equipos, no solo para fiscalizar.

Métricas de largo plazo: medir éxito por resultados sostenibles, no solo por ahorro inmediato.

Los casos de compañías como Costco, Mercadona o Southwest Airlines ilustran este enfoque: negocios rentables que pagan mejor, invierten en sus empleados y logran una productividad superior a la media del mercado. Ton concluye que la clave no es elegir entre productividad o dignidad, sino entender que una impulsa a la otra.

En un contexto donde la automatización redefine empleos y la desigualdad amenaza la cohesión social, construir esta nueva visión del trabajo de servicio es una tarea urgente tanto para gobiernos como para líderes empresariales. Apostar por empleos que combinen eficiencia, humanidad y desarrollo no solo mejora las cifras económicas, sino que fortalece el tejido social y devuelve esperanza a millones de trabajadores.

En HumanNet creemos que la verdadera transformación del trabajo comienza cuando la tecnología se pone al servicio de la dignidad humana. Impulsamos soluciones de gestión de personas, analítica y automatización que permiten a las organizaciones crear entornos laborales más humanos, productivos y sostenibles. Porque construir una clase media fuerte empieza por dignificar el empleo de hoy.